Luis Ernesto Munguía González nació el 3 de enero de 1985, en la clínica #42 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puerto Vallarta, Jalisco. Proviene de las familias fundadoras del Viejo Vallarta, con gran arraigo bajo la descendencia de Carlos Munguía Fregoso y Natalia Fregoso Gutiérrez abuelos paternos y de Salvador González y Rosario Hernández abuelos maternos.
Luis es el hijo mayor de María Concepción González Álvarez originaria de Arandas, Jalisco y cultora de belleza de profesión y de Luis Munguía Fregoso, originario de Puerto Vallarta y médico cirujano partero de profesión-. Luis es el mayor y tiene 4 hermanos: Edson, Miyagi, Caro y Abraham.
Desde niño fue inquieto, creativo y participativo en las actividades de la escuela. siempre con el apoyo de su madre, a quien considera una de sus principales figuras en la vida y con quien mantiene una profunda relación de respeto y amor.
La relación con su padre también ha sido muy cariñosa y de respeto. Su padre siempre le dio un ejemplo de trabajo y rectitud pues él era quien llevaba a cuestas la responsabilidad familiar. Para Luis y sus hermanos, el regreso de papá a casa siempre era anhelado para disfrutar de su compañía y consejos, en el poco tiempo que le quedaba del día.
Su niñez transcurrió libre, divertida y segura. Desde pequeño acostumbró a recorrer la zona del centro histórico de Puerto Vallarta y tenía una fuerte orientación hacia el arte y los deportes. Su gusto por la pintura y el dibujo se desarrollaron en el taller de pintura del Centro Cultural Cuale. En los deportes disfrutaba practicar artes marciales principalmente, Tae Kwon Do y Karate.
Fueron las calles Iturbide e Hidalgo en la colonia del cerro, las que lo vieron crecer, pues ahí acostumbraba a jugar futbol, correr en la plaza, o desplazarse a la playa con sus hermanos y primos. Cerca de su casa, en el centro de Vallarta estaba la casa y negocio de su abuelo: “La Panadería Munguía”, que más tarde se convertiría en una panadería tradicional para los vallartenses.
Como Luis vivía a escasas dos calles del malecón frente al mar, en sus recuerdos siempre tiene los mejores atardeceres y por supuesto el verde de la montaña. Esa postal llena de belleza, es lo que provocó que nunca se fuera de su natal Vallarta. Sus amigos de la infancia y juventud también vivían en zonas cercanas al centro de la ciudad, lo que generó grandes momentos y recuerdos entrañables de su niñez.
Luis realizó sus estudios de primaria en la escuela pública 20 de noviembre en el centro de la ciudad. Posteriormente estudió la secundaria Técnica # 3 mejor conocida como la “ETI” ubicada en la colonia Valentín Gómez Farías, también pública. En esa época, la situación económica de la familia no era la ideal, así que con mucho esfuerzo Luis acudió a la escuela hasta concluir sus estudios. Fue ahí, donde tuvo su primer contacto con la sociedad de alumnos y aprendió a reconocer las necesidades de los estudiantes. De esta forma ejercería un liderazgo natural entre la comunidad estudiantil, que habría de afinarse poco a poco con los años.
Después estudió en la preparatoria regional de Puerto Vallarta “Ignacio Jacobo Magaña” de la UdeG, que en aquella época se ubicaba en el cruce del Libramiento y la avenida Francisco Villa. En ese tiempo, Luis vivió una etapa inolvidable por la que aún es recordado por sus amigos como un joven entusiasta, excursionista, amiguero y de carácter dócil y relajado. Disfrutaba mucho ir a la casa de sus amigos y hacer convivios. Su personalidad serena y alegre siempre han sido un rasgo característico de él.
Al ser el mayor de 4 hermanos, Luis siempre estuvo consciente de que la situación económica no era fácil para sus padres, de tal forma que su educación siempre fue en escuelas públicas, lo que le dio la oportunidad de aprender a valorar lo que tenía. Esta situación le ayudó a tener una visión amplia sobre la educación en Jalisco y las necesidades de los jóvenes.
En el 2004, Luis comenzó sus estudios de Arquitectura en el Centro Universitario de la Costa de la Universidad de Guadalajara. Su inclinación por esta bella disciplina tiene que ver con sus habilidades de niño y lo que más le gustaba, el diseño, pintura y los dibujos a lápiz.
Su pasión por la carrera le ayudó a comprender de forma importante conceptos como la belleza del paisaje, ordenamiento territorial, planeación y temas de infraestructura urbana. Estos conceptos lo llevarían a conocer otros de mayor profundidad en el ámbito social, como desarrollo y calidad de vida, sin saber que más tarde los entendería de forma vivencial en su trayectoria política.
Durante sus estudios universitarios comenzó de manera más formal su incursión en la política estudiantil, desde este espacio tendría la posibilidad de ayudar a los demás, sin duda un ejemplo heredado del padre.
Durante los primeros semestres de la carrera, se posicionó como Consejero de Centro, posteriormente fue Consejero de División, luego Consejero General Universitario, enseguida (RGA) Representante General del Alumnado y por último fue nombrado Coordinador Ejecutivo de la Costa Norte de la FEU, el cargo más importante en la política estudiantil dentro de la UdeG. Este último cargo de representatividad, le brindó la valiosa experiencia de recorrer otros planteles educativos para mejorar sus condiciones en general. De esta manera recorrió todos y cada uno de los módulos de preparatoria y campus universitarios de lugares como: Tomatlán, Cabo Corrientes y Puerto Vallarta, considerando las necesidades de los estudiantes de las diferentes licenciaturas e ingenierías.